domingo, 4 de agosto de 2013

batalla de 5 de mayo

5 de mayo de 1862

En enero de 1862 las tropas francesas, españolas y británicas invadieron México  en protesta por la suspensión de los pagos de la deuda extranjera decretada por el Presidente Benito Juárez.
Los representantes de los gobiernos involucrados negociaron entre sí, logrando el mexicano que españoles y británicos desalojaran el territorio nacional. Sin embargo el 17 de abril los franceses iniciaron su avance en nuestro país. Aunque la deuda era un elemento importante, lo esencial en esta invasión era el interés de Napoleón III en establecer un imperio americano que contuviera la expansión anglosajona.
El 5 de mayo los invasores franceses bajo el mando del general francés Charles Ferdinand Latrille, Conde de Lorencez atacaron Puebla que era la última posibilidad de detener a los invasores antes de la Ciudad de México y el control del país. Puebla estaba protegida por los fuertes de Loreto y Guadalupe en los que el General Ignacio  Zaragoza tenía casi 6 000 hombres con la orden de impedir el avance francés. El así llamado “ejercito mexicano”, tenía sólo un tercio de militares entrenados, el resto eran reclutas y voluntarios animados por el deseo de servir al país y no ser dominados por Francia; los generales Porfirio Díaz y Zaragoza tenían sólo 32 años pero mucha experiencia en la Guerra de Reforma.


Tres veces los franceses asaltaron las posiciones mexicanas, sin lograr su objetivo y sufriendo numerosas pérdidas. Los contingentes de los generales Porfirio Díaz, Miguel Negrete, Felipe Berriozábal y  la caballería del coronel Antonio Álvarez derrotaron al que en ese entonces era considerado el mejor ejército del mundo. La soberbia y falta de visión de Lorencez que subestimó a su bien motivado enemigo fueron determinantes en la derrota como también lo fueron la estrategia y el valor de los generales mexicanos.
El resultado de esta batalla alentó el ánimo de los mexicanos. Sin embargo, Napoleón III envió
30,000 soldados más, que finalmente lograron tomar la ciudad de Puebla al siguiente año, defendida por el general Jesús González Ortega en sustitución de Zaragoza, que murió de tifo poco después de la gran victoria.




No hay comentarios:

Publicar un comentario